El año 2020 desató un llamamiento social a la solidaridad sin precedentes en nuestra historia.

En esta crisis sanitaria y social vimos como surgía una ciudadanía comprometida y dispuesta a implicarse en las distintas emergencias y problemas humanos que generó la pandemia.

Desde nuestra asociación queremos reivindicar la labor de las personas voluntarias que estuvieron en primera línea afrontado miedos, asumiendo riesgos y tomando todas las precauciones a su alcance para cumplir con su compromiso. Reconocemos la labor de quien realizó esfuerzos para adaptar el voluntariado a la nueva realidad impuesta por el COVID y a quién acercó ideas y energía para llegar a todas las zonas de sombra que desató la pandemia.

El voluntariado es compromiso a largo plazo, el voluntariado es empatía. Es necesario que, desde las administraciones, las empresas o la educación se apoye y promueva la acción voluntaria de manera permanente. Hay que inculcar una cultura de la solidaridad en la ciudadanía, desde la infancia hasta la vejez, porque no existe otra apuesta más segura que el fomento del voluntariado.